Como cada dos meses, el clero de
la zona periférica se reunió para convivir y compartir algunas reflexiones
pastorales. El anfitrión fue en esta oportunidad el P. Felipe Jiménez, quien
consiguió la casa de una familia muy colaboradora con su parroquia.
Nos reunimos 9 sacerdotes (somos
18 los de la zona) en un ambiente muy relajado, en una zona campestre muy
agradable.
Los sacerdotes necesitamos mucho
convivir entre nosotros por nuestra propia condición de consagrados al Señor,
lo que hace de nuestra experiencia de vida algo único, que se vive mejor
conviviendo con otros compañeros sacerdotes. Es muchas veces difícil de lograr
ya que se necesita mucha convicción para abandonar las siempre incontables
labores pastorales a fin de dedicar algo de tiempo a lo más importante,
convivir como hermanos, renovando juntos nuestra alegría, nuestras inquietudes
y esperanzas desde esta particular experiencia de vida: presbíteros de la
Iglesia.
Además de serlo por su misma
convivencia, esta jornada fue particularmente enriquecedora por habernos
facilitado un espacio relajado de diálogo para buscar juntos nuevas dimensiones
a nuestra labor pastoral, a fin de responder mejor a las necesidades e
inquietudes de las comunidades católicas a nosotros confiadas.
Finalmente, aprovechamos la
ocasión para prepararnos a recibir la visita de nuestro Obispo Auxiliar, Mons.
Juan José Pineda, quien en el mes de Agosto de reunirá con los sacerdotes y
laicos de este Decanato para explicarnos los alcances de la Visita Pastoral que
nuestro Arzobispo y Cardenal, Mons. Oscar Rodríguez, ha organizado para todas
las parroquias y Decanatos de la Arquidiócesis.
Nuestro próximo convivio
sacerdotal será el Miércoles 25 de Julio, en la parroquia Madre Dolorosa, Col.
Los Pinos, teniendo por anfitrión al P. Ivis Ordóñez.
Como cada dos meses, el clero de la zona periférica se reunió para convivir y compartir algunas reflexiones pastorales. El anfitrión fue...
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